ECOLOGÍA GEOGRÁFICA DEL CUSCO II: EL CLIMA, DE CUÁNTAS ESTACIONES PRESENTA EL CUSCO Y DE PORQUÉ EL CUSCO ES ENTERAMENTE TROPICAL
Entre los diferentes factores que explican la gran variedad
de ecosistemas presentes en el Cusco, el clima constituye un factor primario,
ya que la distribución de temperaturas y de precipitación establece límites
sobre qué animales y plantas pueden estar presentes en un ambiente dado, por lo
que la adecuada comprensión del clima ha sido siempre parte de los esfuerzos
por comprender la diversidad ecológica del Cusco, del Perú y de hecho de todo
el mundo.
Pero existen sutilezas importantes respecto al clima que
deben ser entendidas totalmente, debido a que la mayor parte de la gente asume
ciertos planteamientos respecto al clima que no son tan ciertos, tal como es el
caso de asumir que existen las cuatro estaciones de primavera, verano, otoño e
invierno en el Perú y el Cusco. Para comprender esto, hemos de referirnos al
hecho que el Perú (con el Cusco incluido) se encuentra dentro de una región
enteramente tropical.
El decir que el Cusco se encuentra en la zona tropical es un
postulado al que mucha gente reaccionaría incrédulamente, debido a que se suele
pensar que los ambientes tropicales se caracterizan por altas temperaturas, por
lo cual los términos tropical y calor elevado son a veces sinónimos. Pero en
realidad la correspondencia de zona tropical obedece a otro factor: la
incidencia de la radiación solar sobre la (casi) esfera terrestre, y el ángulo
de rotación del planeta Tierra respecto al Sol.
Se define como zona tropical en la Tierra a aquella
comprendida entre los 23,26 grados Sur, donde se ha establecido una línea
latitudinal conocida como el Trópico de Capricornio, y los 23,26 grados Norte,
línea conocida como el Trópico de Cáncer; toda esta región tropical se
caracteriza por recibir la radiación solar en forma más constante que el resto
del globo terráqueo, y el Perú se encuentra totalmente dentro de esta banda
tropical.
¿Qué sucede fuera de esta banda tropical? Aquí entramos en
las latitudes que se denominan templadas, donde la radiación solar es recibida
en forma más variable, y esto se debe al ángulo de rotación de la Tierra; estas
zonas templadas comprenden en el Sur de América a Chile y Argentina, y en el
norte a Norteamérica. Debido a que nuestro planeta tiene un ángulo de
inclinación de 23,5 grados, las zonas templadas son acercadas y alejadas mucho
más del Sol a lo largo del año respecto a las zonas tropicales; de esta forma
existe una variabilidad más grande de temperaturas: en un lugar como Washington
D.C. en Estados Unidos, en verano se alcanzan temperaturas de 30ºC a 40ºC,
mientras que esa misma ciudad en invierno puede llegar a -10ºC, lo que muestra
cuánto varían esos climas a lo largo del año en una misma zona. Por ello es
que, en contraste, las zonas tropicales presentan climas más estables a lo
largo del año.
Por ello es que una definición operativa de clima tropical
no es que tenga altas temperaturas, sino que la variabilidad de temperaturas a
lo largo del día es mucho mayor que la variabilidad de temperaturas medias a lo
largo del año: en la ciudad del Cusco, la temperatura media anual es de 12ºC a
14ºC, pero entre el día y la noche la gama de temperaturas abarca de 28ºC a
3ºC; este ejemplo se puede aplicar al resto del Perú: la temperatura en cada
localidad es más o menos constante a lo largo del año, pero existe mayor
variabilidad entre el día y la noche. Por ello es que se puede contar siempre
que, si bien el clima es generalmente caluroso o frío, se mantiene así durante
el año (al menos hasta antes que entráramos en los tiempos del Cambio
Climático).
La variación a lo largo del año de las temperaturas nos
lleva a otro punto: las estaciones. En el caso de la ciudad del Cusco, todos
están de acuerdo en que existe una estación de lluvias y una estación de secas,
esta última con presencia de heladas y un mayor descenso de la temperatura; en
el caso de las zonas de selva, esta estación de lluvias se caracteriza por los
fuertes vientos fríos denominados friajes, que hacen descender por uno o dos
días la temperatura cada vez que ocurre uno de estos eventos climáticos. Estas
dos estaciones son de hecho típicas en la zona tropical: una de lluvias y otra
de secas (aunque en el caso de la selva, sería más correcto denominarla
estación de menos lluvias).
¿Pero dónde están la primavera, el verano, el otoño y el
invierno? Estas típicas cuatro estaciones nos han sido enseñadas a todos desde
que entramos a la escuela primaria, y de hecho varias actividades giran
alrededor de las cuatro estaciones, como es el caso del día de la Primavera,
celebrado el 21 de setiembre. Pero en realidad las cuatro estaciones
corresponden a una realidad climática muy diferente a la peruana, ya que son
típicas de las zonas templadas, no de las tropicales.
En las zonas templadas, y especialmente en el hemisferio
Norte, donde las masas continentales de Eurasia y Norteamérica son más extensas
si se compara con la mayor presencia de mares en el hemisferio sur, el mayor
ángulo de inclinación hace que las condiciones climáticas sean muy diferentes
cada tres meses: cuanto más lejos se está del Sol en invierno, la temperatura
es muchísimo más baja que cualquier clima que experimentamos en el Cusco, lo
que causa tormentas de nieve incluso a nivel del mar (las cuales sólo conocemos
aquí en forma esporádica en el Cusco, a menos que se ascienda por encima de
4000 m de altitud); éste es el invierno típico en que el pensamos todos,
popularizado especialmente en películas de Navidad producidas en Estados
Unidos: nieve que se acumula incluso varios metros en el suelo, un clima tan
frío que se requiere calefacción continua, y especialmente, mucha menos
cantidad de horas de luz: las noches pueden tener 12 a 14 horas de duración.
Al acercarse la zona templada al sol, la nieve se deshiela,
dando paso a la verdadera primavera, que nosotros asociamos normalmente con las
plantas dando flores. Tres meses después, viene un verano caracterizado por
fuertes lluvias y temperaturas muchísimo más altas (como repito, una región que
en invierno estaba a -10ªC, en verano llega a 40ºC), y luego, tres meses
después, la temperatura empieza a descender y bajan las precipitaciones, y
muchos árboles de las zonas templadas pierden hojas de tal forma que quedan
desnudos. Éstas son las cuatro estaciones típicas de la zona templada, pero en
el Perú no se presentan estas estaciones.
Las zonas tropicales, incluyendo el Cusco, solamente
presentan las dos estaciones de lluvias y secas: es muy difícil discernir un
otoño o una primavera reales (como estaciones climáticas, ya que como fenómenos
astronómicos, los equinoccios, es diferente). De hecho he encontrado una gran
disparidad de criterios incluso al momento de definir veranos e inviernos entre
la población en general: si bien se asocia el verano con el calor, mucha gente
asocia invierno con lluvias fuertes y no necesariamente sólo con bajas
temperaturas. Incluso entre personal técnico entrenado en cuestiones
climáticas, he encontrado opiniones divergentes sobre estaciones: a veces se
afirma que en la selva sólo existen dos estaciones, pero que en la sierra
existen tres o cuatro.
Esto en realidad es más producto de aprender desde niños el
esquema de cuatro estaciones, esquema que no es propio de la realidad climática
cusqueña o peruana. Siempre hay menciones de dibujos escolares pedidos como
tarea por los profesores a los niños, donde se dibujan inviernos con nieves en
plena selva, o bosques que han perdido totalmente sus hojas. La verdad es que
es erróneo querer encuadrar las dos estaciones tropicales de lluvias y secas,
propias de toda la zona tropical, dentro de un esquema de cuatro estaciones
propio de las zonas templadas.
La forma en que las estaciones fijan la pauta para varios
eventos biológicos (por ejemplo, la floración o la pérdida de hojas) constituye
otra demostración de que la realidad climática tropical no se adapta a las
expectativas basadas en cuatro estaciones: existen en el Cusco, tanto en Andes
como en Amazonía, ciertos árboles que efectivamente pierden hojas en la
estación de secas, pero son mucho menos en variedad respecto a lo que se
observa en zonas templadas, y además la pérdida de hojas abarca los seis meses
de la estación de secas, no solamente tres meses. Asimismo, se puede observar
que muchas plantas florecen al iniciar la estación de lluvias, pero por un lado
se mantienen floreciendo durante los seis meses, y por otro lado no se observa
un fenómeno común en zonas templadas: árboles que florecen rápidamente, incluso
cuando no han empezado a recuperar las hojas que han perdido. Además, si uno
camina en un bosque de selva, puede además comprobar que ciertas especies de
árboles florecen (y echan frutos) en la estación de secas, y que la pérdida de
hojas es continua todo el año, por lo que podría afirmarse que cada planta
tiene su propia idea de cuándo es primavera y cuándo es otoño.
Las diferencias biológicas debidas a la presencia de dos o
cuatro estaciones son un tema fascinante de estudio; por ejemplo, entre las
aves, se piensa que la monogamia puede tener bastante influencia climática: en
las regiones templadas y debido a la crudeza de los inviernos, las aves canoras
se enfrentan a lapsos cortos de vida (una media de dos años), y debido a que
las estaciones son cortas, se ven en la necesidad de establecer rápidamente
territorios y atraer parejas en tiempos relativamente breves, lo cual a su vez
da incentivo para que haya una fuerte competencia, y fuerte presión por
apareamientos fuera de la pareja establecida. En las zonas tropicales con
climas más constantes, las aves canoras pueden tener lapsos de vida más
extensos (diez años como promedio), y la disponibilidad de recursos es mayor a
lo largo del año, por lo cual un macho y una hembra tienen así más libertad
para establecer un territorio en conjunto, reforzando la monogamia.
Ahora tenemos una comprensión mucho mejor de la realidad
climática correspondiente al Cusco: estamos en una zona tropical (incluso las
regiones altoandinas), caracterizada por dos estaciones, lluvias y secas. Pero
la presencia de zonas frías dentro de esta banda tropical obedece a otro
factor: la interacción del clima con la fisiografía, especialmente la
cordillera de los Andes, lo que se revisará en la siguiente publicación.
Pero antes de terminar, como última aclaración se debe decir
que existe una región en la zona tropical que sí presenta realmente cuatro
estaciones: la línea ecuatorial, a 0ª de latitud, donde a lo largo del año se
alternan dos estaciones de secas y dos de lluvias; quienes vayan a Ecuador,
pueden apreciar mejor este fenómeno climático.