lunes, 29 de febrero de 2016

ECOLOGÍA GEOGRÁFICA DEL CUSCO II: EL CLIMA, DE CUÁNTAS ESTACIONES PRESENTA EL CUSCO Y DE PORQUÉ EL CUSCO ES ENTERAMENTE TROPICAL


Entre los diferentes factores que explican la gran variedad de ecosistemas presentes en el Cusco, el clima constituye un factor primario, ya que la distribución de temperaturas y de precipitación establece límites sobre qué animales y plantas pueden estar presentes en un ambiente dado, por lo que la adecuada comprensión del clima ha sido siempre parte de los esfuerzos por comprender la diversidad ecológica del Cusco, del Perú y de hecho de todo el mundo.

Pero existen sutilezas importantes respecto al clima que deben ser entendidas totalmente, debido a que la mayor parte de la gente asume ciertos planteamientos respecto al clima que no son tan ciertos, tal como es el caso de asumir que existen las cuatro estaciones de primavera, verano, otoño e invierno en el Perú y el Cusco. Para comprender esto, hemos de referirnos al hecho que el Perú (con el Cusco incluido) se encuentra dentro de una región enteramente tropical.

El decir que el Cusco se encuentra en la zona tropical es un postulado al que mucha gente reaccionaría incrédulamente, debido a que se suele pensar que los ambientes tropicales se caracterizan por altas temperaturas, por lo cual los términos tropical y calor elevado son a veces sinónimos. Pero en realidad la correspondencia de zona tropical obedece a otro factor: la incidencia de la radiación solar sobre la (casi) esfera terrestre, y el ángulo de rotación del planeta Tierra respecto al Sol.

Se define como zona tropical en la Tierra a aquella comprendida entre los 23,26 grados Sur, donde se ha establecido una línea latitudinal conocida como el Trópico de Capricornio, y los 23,26 grados Norte, línea conocida como el Trópico de Cáncer; toda esta región tropical se caracteriza por recibir la radiación solar en forma más constante que el resto del globo terráqueo, y el Perú se encuentra totalmente dentro de esta banda tropical.

¿Qué sucede fuera de esta banda tropical? Aquí entramos en las latitudes que se denominan templadas, donde la radiación solar es recibida en forma más variable, y esto se debe al ángulo de rotación de la Tierra; estas zonas templadas comprenden en el Sur de América a Chile y Argentina, y en el norte a Norteamérica. Debido a que nuestro planeta tiene un ángulo de inclinación de 23,5 grados, las zonas templadas son acercadas y alejadas mucho más del Sol a lo largo del año respecto a las zonas tropicales; de esta forma existe una variabilidad más grande de temperaturas: en un lugar como Washington D.C. en Estados Unidos, en verano se alcanzan temperaturas de 30ºC a 40ºC, mientras que esa misma ciudad en invierno puede llegar a -10ºC, lo que muestra cuánto varían esos climas a lo largo del año en una misma zona. Por ello es que, en contraste, las zonas tropicales presentan climas más estables a lo largo del año.

Por ello es que una definición operativa de clima tropical no es que tenga altas temperaturas, sino que la variabilidad de temperaturas a lo largo del día es mucho mayor que la variabilidad de temperaturas medias a lo largo del año: en la ciudad del Cusco, la temperatura media anual es de 12ºC a 14ºC, pero entre el día y la noche la gama de temperaturas abarca de 28ºC a 3ºC; este ejemplo se puede aplicar al resto del Perú: la temperatura en cada localidad es más o menos constante a lo largo del año, pero existe mayor variabilidad entre el día y la noche. Por ello es que se puede contar siempre que, si bien el clima es generalmente caluroso o frío, se mantiene así durante el año (al menos hasta antes que entráramos en los tiempos del Cambio Climático).

La variación a lo largo del año de las temperaturas nos lleva a otro punto: las estaciones. En el caso de la ciudad del Cusco, todos están de acuerdo en que existe una estación de lluvias y una estación de secas, esta última con presencia de heladas y un mayor descenso de la temperatura; en el caso de las zonas de selva, esta estación de lluvias se caracteriza por los fuertes vientos fríos denominados friajes, que hacen descender por uno o dos días la temperatura cada vez que ocurre uno de estos eventos climáticos. Estas dos estaciones son de hecho típicas en la zona tropical: una de lluvias y otra de secas (aunque en el caso de la selva, sería más correcto denominarla estación de menos lluvias).

¿Pero dónde están la primavera, el verano, el otoño y el invierno? Estas típicas cuatro estaciones nos han sido enseñadas a todos desde que entramos a la escuela primaria, y de hecho varias actividades giran alrededor de las cuatro estaciones, como es el caso del día de la Primavera, celebrado el 21 de setiembre. Pero en realidad las cuatro estaciones corresponden a una realidad climática muy diferente a la peruana, ya que son típicas de las zonas templadas, no de las tropicales.

En las zonas templadas, y especialmente en el hemisferio Norte, donde las masas continentales de Eurasia y Norteamérica son más extensas si se compara con la mayor presencia de mares en el hemisferio sur, el mayor ángulo de inclinación hace que las condiciones climáticas sean muy diferentes cada tres meses: cuanto más lejos se está del Sol en invierno, la temperatura es muchísimo más baja que cualquier clima que experimentamos en el Cusco, lo que causa tormentas de nieve incluso a nivel del mar (las cuales sólo conocemos aquí en forma esporádica en el Cusco, a menos que se ascienda por encima de 4000 m de altitud); éste es el invierno típico en que el pensamos todos, popularizado especialmente en películas de Navidad producidas en Estados Unidos: nieve que se acumula incluso varios metros en el suelo, un clima tan frío que se requiere calefacción continua, y especialmente, mucha menos cantidad de horas de luz: las noches pueden tener 12 a 14 horas de duración.

Al acercarse la zona templada al sol, la nieve se deshiela, dando paso a la verdadera primavera, que nosotros asociamos normalmente con las plantas dando flores. Tres meses después, viene un verano caracterizado por fuertes lluvias y temperaturas muchísimo más altas (como repito, una región que en invierno estaba a -10ªC, en verano llega a 40ºC), y luego, tres meses después, la temperatura empieza a descender y bajan las precipitaciones, y muchos árboles de las zonas templadas pierden hojas de tal forma que quedan desnudos. Éstas son las cuatro estaciones típicas de la zona templada, pero en el Perú no se presentan estas estaciones.

Las zonas tropicales, incluyendo el Cusco, solamente presentan las dos estaciones de lluvias y secas: es muy difícil discernir un otoño o una primavera reales (como estaciones climáticas, ya que como fenómenos astronómicos, los equinoccios, es diferente). De hecho he encontrado una gran disparidad de criterios incluso al momento de definir veranos e inviernos entre la población en general: si bien se asocia el verano con el calor, mucha gente asocia invierno con lluvias fuertes y no necesariamente sólo con bajas temperaturas. Incluso entre personal técnico entrenado en cuestiones climáticas, he encontrado opiniones divergentes sobre estaciones: a veces se afirma que en la selva sólo existen dos estaciones, pero que en la sierra existen tres o cuatro.

Esto en realidad es más producto de aprender desde niños el esquema de cuatro estaciones, esquema que no es propio de la realidad climática cusqueña o peruana. Siempre hay menciones de dibujos escolares pedidos como tarea por los profesores a los niños, donde se dibujan inviernos con nieves en plena selva, o bosques que han perdido totalmente sus hojas. La verdad es que es erróneo querer encuadrar las dos estaciones tropicales de lluvias y secas, propias de toda la zona tropical, dentro de un esquema de cuatro estaciones propio de las zonas templadas.

La forma en que las estaciones fijan la pauta para varios eventos biológicos (por ejemplo, la floración o la pérdida de hojas) constituye otra demostración de que la realidad climática tropical no se adapta a las expectativas basadas en cuatro estaciones: existen en el Cusco, tanto en Andes como en Amazonía, ciertos árboles que efectivamente pierden hojas en la estación de secas, pero son mucho menos en variedad respecto a lo que se observa en zonas templadas, y además la pérdida de hojas abarca los seis meses de la estación de secas, no solamente tres meses. Asimismo, se puede observar que muchas plantas florecen al iniciar la estación de lluvias, pero por un lado se mantienen floreciendo durante los seis meses, y por otro lado no se observa un fenómeno común en zonas templadas: árboles que florecen rápidamente, incluso cuando no han empezado a recuperar las hojas que han perdido. Además, si uno camina en un bosque de selva, puede además comprobar que ciertas especies de árboles florecen (y echan frutos) en la estación de secas, y que la pérdida de hojas es continua todo el año, por lo que podría afirmarse que cada planta tiene su propia idea de cuándo es primavera y cuándo es otoño.

Las diferencias biológicas debidas a la presencia de dos o cuatro estaciones son un tema fascinante de estudio; por ejemplo, entre las aves, se piensa que la monogamia puede tener bastante influencia climática: en las regiones templadas y debido a la crudeza de los inviernos, las aves canoras se enfrentan a lapsos cortos de vida (una media de dos años), y debido a que las estaciones son cortas, se ven en la necesidad de establecer rápidamente territorios y atraer parejas en tiempos relativamente breves, lo cual a su vez da incentivo para que haya una fuerte competencia, y fuerte presión por apareamientos fuera de la pareja establecida. En las zonas tropicales con climas más constantes, las aves canoras pueden tener lapsos de vida más extensos (diez años como promedio), y la disponibilidad de recursos es mayor a lo largo del año, por lo cual un macho y una hembra tienen así más libertad para establecer un territorio en conjunto, reforzando la monogamia.

Ahora tenemos una comprensión mucho mejor de la realidad climática correspondiente al Cusco: estamos en una zona tropical (incluso las regiones altoandinas), caracterizada por dos estaciones, lluvias y secas. Pero la presencia de zonas frías dentro de esta banda tropical obedece a otro factor: la interacción del clima con la fisiografía, especialmente la cordillera de los Andes, lo que se revisará en la siguiente publicación.


Pero antes de terminar, como última aclaración se debe decir que existe una región en la zona tropical que sí presenta realmente cuatro estaciones: la línea ecuatorial, a 0ª de latitud, donde a lo largo del año se alternan dos estaciones de secas y dos de lluvias; quienes vayan a Ecuador, pueden apreciar mejor este fenómeno climático.

jueves, 25 de febrero de 2016

ECOLOGÍA GEOGRÁFICA DEL CUSCO I: EL MARCO GENERAL, Y CUÁNTO DEL CUSCO ES ANDINO VERSUS AMAZÓNICO

Aunque a primera vista parecería fácil definir cuáles son los ambientes naturales que dominan en el Cusco, no es una tarea simple, ya que requiere establecer bien conceptos y sistemas de clasificación de paisajes y ecosistemas. Un ejemplo de ello se puede ver en la definición del Cusco como dominio Andino y/o Amazónico: existe el problema de definir bien qué es Andino y qué es Amazónico, y cuánto del Cusco corresponde a cada dominio. Si solamente nos basamos en la presencia de la cordillera montañosa y se define como Amazónico todas las zonas fuera de las elevaciones andinas, definiéndolas solamente como la Llanura Amazónica (la Selva Baja, tal como es conocida en forma más general), entonces el Cusco solamente tiene un 10,1% o menos de dominio Amazónico. Por otra parte, si nos basamos en definir como Amazónica toda la flora y fauna con centros de origen basados en zonas amazónicas y que fueron ascendiendo por los Andes en la vertiente oriental, y como Andina toda la flora y fauna que han evolucionado por su cuenta en las zonas secas de la cordillera Andina y de la Patagonia, adaptándose  a condiciones de sequedad y luego de alta montaña, entonces el cuadro cambia: toda la zona de la Selva Alta del Cusco (territorio que abarcaría entre 500 m a 3500 m) sería considerada dominio Amazónica, debido a que su flora y fauna son propias de bosques tropicales lluviosos muy relacionados con los bosques amazónicos; pero ya también es un poco más difícil de definir la situación de los Valles Interandinos, zonas en las que pueden combinarse ciertos elementos propios de la selva alta con los de la alta montaña andina.

Estos problemas en definir qué es Andino y qué es Amazónico con exactitud son resultado de que no es fácil definir fronteras totalmente claras entre un ambiente y otro; no es que un ambiente, de repente, deje de existir totalmente a partir de cierto punto y de paso a otro en forma abrupta, sino que existen muchas gradaciones y zonas de mezcla entre ambientes, tal como lo demuestran la flora y fauna que se pueden ver; zonas donde un ambiente termina totalmente y es reemplazado por otro son difíciles de encontrar en estado natural. Por ello es que existe una fuerte necesidad de establecer consensos acerca de cómo definir estos ambientes, es decir establecer categorías muy bien definidas y que puedan ser fáciles de determinar en campo. Este es un reto muy grande, ya que no solamente nos ayuda a entender cómo se organiza la naturaleza en el Cusco, sino también bajo qué condiciones puede ser manejada o restaurada, por ejemplo en trabajos de Zonificación Ecológica o en proyectos de reforestación.

Volvamos al ejemplo de la definición de Andino y de Amazónico. Para la mayor parte de la gente un ambiente Amazónico es definido por condiciones de altas temperaturas, humedad y abundante precipitación, mayormente dominados por bosques, mientras que un ambiente Andino es definido por condiciones de bajas temperaturas y mayor sequedad, más propio de condiciones de alta montaña; entonces se puede definir que los ambientes amazónicos corresponden a ser los Bosques Tropicales Húmedos o Lluviosos, los cuales abarcarían tanto las regiones naturales de la Selva Alta y de la Selva Baja, sea que estén en relieves propios de zonas de llanura o en el accidentado relieve andino. Por otro lado, el ambiente Andino sería comprendido por las zonas andinas donde la vegetación dominante son los pastos de altura o las zonas con bosques más ralos y mayor sequedad, abarcando regiones naturales que han sido conocidas como Sierra, Puna, piso Quechua, piso Jalca, piso Suni, Valles Interandinos, o incluso a veces mal conocidas como Serranía Esteparia (el porqué de que ese término ha sido mal empleado para el Cusco lo explicaré en una publicación posterior, correspondiente a los valles interandinos cusqueños).

Ahora, para definir de qué tipos de ambientes hablamos en forma específica, ayuda introducir un concepto ecológico, el de bioma, el cual es un área definida con condiciones ecológicamente similares tales como patrones climáticos y comunidades vegetales (por ejemplo, bosques o pastizales) o animales; aunque esta definición se basa en el trabajo realizado en 2001 por un conjunto de investigadores de WWF, el concepto de bioma proviene desde inicios del siglo XIX, cuando investigadores viajeros como Alexander von Humboldt y otros empezaron a notar en todo el mundo la correlación entre temperatura y precipitación (recién se estaban desarrollando en esa época instrumentos precisos de medición de la temperatura) y la estructura y composición de la vegetación. En base a un esquema de clasificación desarrollado por el World Wildlife Fund (WWF) a inicios del siglo XXI, existen en el mundo 14 biomas terrestres y 12 biomas dulceacuícolas (es decir, de aguas dulces continentales); para el Cusco corresponden los siguientes biomas terrestres:


  1. Bosques húmedos tropicales y subtropicales de árboles de hojas anchas (las plantas conocidas como  angiospermas), los cuales corresponden a los bosques lluviosos de la selva alta y baja del Cusco, y que denominaremos simplemente como Bosques Húmedos Tropicales
  2. Bosques secos tropicales y subtropicales de árboles de hojas anchas, los cuales corresponden a regiones donde el clima es mucho menos húmedo, específicamente en donde casi no llueve en la estación de secas, pero existe en estación de lluvias suficiente precipitación como para mantener bosques.
  3. Pastizales y matorrales montanos, presentes en regiones donde la falta de precipitación y los fuertes vientos impiden el desarrollo de bosques, y donde, debido a estar en zonas de alta montaña, la flora y la fauna están adaptadas a condiciones de frio; las Punas del Cusco encajan perfectamente en esta descripción.

Entonces, en base a esta delimitación de biomas, tendríamos que el dominio Amazónico en el Cusco sería definido por el bioma de Bosques Húmedos Tropicales, mientras que el dominio Andino sería definido por los otros dos biomas, lo cual ya nos da una buena base para determinar la extensión de cada dominio en el Cusco, y nos lleva a un tema que se ha vuelto un quebradero de cabeza últimamente: ¿cuánto del Cusco es Andino y cuánto es Amazónico?

De hecho, sobre este tema han habido una gran cantidad de respuestas, que suelen establecer que el Cusco es Amazónico en un 70-55%, y el resto Andino. Nótese que el principal factor que nos interesa ahora es el ecológico, ya que el factor fisiográfico indica que la extensión del Cusco dentro de la Cordillera de los Andes es de 89,9%; los factores sociales son mucho más complejos y difíciles de medir en los referente a definir Andino versus Amazónico.

Unos años atrás, hice una evaluación general del territorio cusqueño en base a la combinación de altitudes, biomas y patrones climáticos, a fin de establecer en forma definitiva la proporción de ambientes Andinos y Amazónicos en el Cusco, desde el punto de vista ecológico. El Cusco abarca más de 72 mil kilómetros cuadrados (una medición más precisa en base a las cartas del Instituto Geográfico Nacional indica 72.213,45 Km2); en base a la distinción hecha antes, definiríamos como dominio Amazónico las regiones naturales de selva alta y selva baja (es decir, el bioma de Bosques Tropicales Húmedos), y como dominio Andino las demás regiones y biomas terrestres. En base a esta categorización, se puede indicar que la extensión del Cusco dentro del dominio Amazónico sería de 36.572,26 Km2, equivalente a 50,64% del territorio, mientras que el 49,36% restante sería netamente dominio Andino. Redondeando, tendríamos que el Cusco sería 51% Amazónico y 49% Andino, en términos ecológicos: básicamente, existe paridad entre ambos dominios. Esta definición de extensiones ecológicas andinas y amazónicas en el Cusco sería la más precisa posible hasta ahora; a la fecha, no he podido encontrar buenas explicaciones acerca de por qué el Cusco sería 55%, 60% ó 70% Amazónico.

En las siguientes publicaciones, vamos a ir definiendo (y revisando) en más detalle cada uno de los biomas y regiones naturales del Cusco, pero antes se va a hacer una revisión más profunda de la relación entre clima y flora y fauna, especialmente en lo referente a la estacionalidad y los sistemas de clasificación que han tratado de juntar ambos factores.

Respecto a los biomas del Perú y del mundo: aunque los tres tipos de biomas terrestres antes indicados existen también en la mayor parte del Perú, no son los únicos; el desierto costero pertenece al bioma de los Desiertos y Matorrales Xéricos, y las pampas del Heath en Madre de Dios corresponden al bioma de Sabanas, pastizales y matorrales tropicales y subtropicales; los Manglares de Tumbes pertenecen a un bioma propio; todos estos biomas en el Perú son tropicales (incluyendo las zonas altoandinas), lo cual se explicará en la siguiente publicación. Además existen biomas de aguas dulces y marinas, los cuales se revisarán más adelante.

Para leer: La gran diversidad de ambientes naturales (es decir, la diversidad ecológica) en el Perú ha sido demostrada por diferentes autores desde Antonio Raimondi; una buena introducción la constituye el trabajo de Ecología del Perú de Antonio Brack Egg, publicado en el 2000, y accesible en versión página web; existen además muchas guías fotográficas que demuestran esta gran diversidad de paisajes y muestras de flora y fauna, para el caso del Cusco la más reciente lo constituye el libro editado por la Sociedad Protectora de la Naturaleza del Cusco, En lo referente a definiciones más técnicas sobre biomas en general, en cualquier libro de texto de ecología para nivel universitario se pueden revisar definiciones. El trabajo realizado por WWF para, estandarizar los biomas del mundo es un buen referente a nivel mundial; el trabajo de Carlos Reynel, Toby Pennington y Tiina Särkinen acerca de cómo se formó la diversidad ecológica del Perú, publicado en 2013, da un buen resumen de la distribución de los biomas en Sudamérica.