jueves, 25 de febrero de 2016

ECOLOGÍA GEOGRÁFICA DEL CUSCO I: EL MARCO GENERAL, Y CUÁNTO DEL CUSCO ES ANDINO VERSUS AMAZÓNICO

Aunque a primera vista parecería fácil definir cuáles son los ambientes naturales que dominan en el Cusco, no es una tarea simple, ya que requiere establecer bien conceptos y sistemas de clasificación de paisajes y ecosistemas. Un ejemplo de ello se puede ver en la definición del Cusco como dominio Andino y/o Amazónico: existe el problema de definir bien qué es Andino y qué es Amazónico, y cuánto del Cusco corresponde a cada dominio. Si solamente nos basamos en la presencia de la cordillera montañosa y se define como Amazónico todas las zonas fuera de las elevaciones andinas, definiéndolas solamente como la Llanura Amazónica (la Selva Baja, tal como es conocida en forma más general), entonces el Cusco solamente tiene un 10,1% o menos de dominio Amazónico. Por otra parte, si nos basamos en definir como Amazónica toda la flora y fauna con centros de origen basados en zonas amazónicas y que fueron ascendiendo por los Andes en la vertiente oriental, y como Andina toda la flora y fauna que han evolucionado por su cuenta en las zonas secas de la cordillera Andina y de la Patagonia, adaptándose  a condiciones de sequedad y luego de alta montaña, entonces el cuadro cambia: toda la zona de la Selva Alta del Cusco (territorio que abarcaría entre 500 m a 3500 m) sería considerada dominio Amazónica, debido a que su flora y fauna son propias de bosques tropicales lluviosos muy relacionados con los bosques amazónicos; pero ya también es un poco más difícil de definir la situación de los Valles Interandinos, zonas en las que pueden combinarse ciertos elementos propios de la selva alta con los de la alta montaña andina.

Estos problemas en definir qué es Andino y qué es Amazónico con exactitud son resultado de que no es fácil definir fronteras totalmente claras entre un ambiente y otro; no es que un ambiente, de repente, deje de existir totalmente a partir de cierto punto y de paso a otro en forma abrupta, sino que existen muchas gradaciones y zonas de mezcla entre ambientes, tal como lo demuestran la flora y fauna que se pueden ver; zonas donde un ambiente termina totalmente y es reemplazado por otro son difíciles de encontrar en estado natural. Por ello es que existe una fuerte necesidad de establecer consensos acerca de cómo definir estos ambientes, es decir establecer categorías muy bien definidas y que puedan ser fáciles de determinar en campo. Este es un reto muy grande, ya que no solamente nos ayuda a entender cómo se organiza la naturaleza en el Cusco, sino también bajo qué condiciones puede ser manejada o restaurada, por ejemplo en trabajos de Zonificación Ecológica o en proyectos de reforestación.

Volvamos al ejemplo de la definición de Andino y de Amazónico. Para la mayor parte de la gente un ambiente Amazónico es definido por condiciones de altas temperaturas, humedad y abundante precipitación, mayormente dominados por bosques, mientras que un ambiente Andino es definido por condiciones de bajas temperaturas y mayor sequedad, más propio de condiciones de alta montaña; entonces se puede definir que los ambientes amazónicos corresponden a ser los Bosques Tropicales Húmedos o Lluviosos, los cuales abarcarían tanto las regiones naturales de la Selva Alta y de la Selva Baja, sea que estén en relieves propios de zonas de llanura o en el accidentado relieve andino. Por otro lado, el ambiente Andino sería comprendido por las zonas andinas donde la vegetación dominante son los pastos de altura o las zonas con bosques más ralos y mayor sequedad, abarcando regiones naturales que han sido conocidas como Sierra, Puna, piso Quechua, piso Jalca, piso Suni, Valles Interandinos, o incluso a veces mal conocidas como Serranía Esteparia (el porqué de que ese término ha sido mal empleado para el Cusco lo explicaré en una publicación posterior, correspondiente a los valles interandinos cusqueños).

Ahora, para definir de qué tipos de ambientes hablamos en forma específica, ayuda introducir un concepto ecológico, el de bioma, el cual es un área definida con condiciones ecológicamente similares tales como patrones climáticos y comunidades vegetales (por ejemplo, bosques o pastizales) o animales; aunque esta definición se basa en el trabajo realizado en 2001 por un conjunto de investigadores de WWF, el concepto de bioma proviene desde inicios del siglo XIX, cuando investigadores viajeros como Alexander von Humboldt y otros empezaron a notar en todo el mundo la correlación entre temperatura y precipitación (recién se estaban desarrollando en esa época instrumentos precisos de medición de la temperatura) y la estructura y composición de la vegetación. En base a un esquema de clasificación desarrollado por el World Wildlife Fund (WWF) a inicios del siglo XXI, existen en el mundo 14 biomas terrestres y 12 biomas dulceacuícolas (es decir, de aguas dulces continentales); para el Cusco corresponden los siguientes biomas terrestres:


  1. Bosques húmedos tropicales y subtropicales de árboles de hojas anchas (las plantas conocidas como  angiospermas), los cuales corresponden a los bosques lluviosos de la selva alta y baja del Cusco, y que denominaremos simplemente como Bosques Húmedos Tropicales
  2. Bosques secos tropicales y subtropicales de árboles de hojas anchas, los cuales corresponden a regiones donde el clima es mucho menos húmedo, específicamente en donde casi no llueve en la estación de secas, pero existe en estación de lluvias suficiente precipitación como para mantener bosques.
  3. Pastizales y matorrales montanos, presentes en regiones donde la falta de precipitación y los fuertes vientos impiden el desarrollo de bosques, y donde, debido a estar en zonas de alta montaña, la flora y la fauna están adaptadas a condiciones de frio; las Punas del Cusco encajan perfectamente en esta descripción.

Entonces, en base a esta delimitación de biomas, tendríamos que el dominio Amazónico en el Cusco sería definido por el bioma de Bosques Húmedos Tropicales, mientras que el dominio Andino sería definido por los otros dos biomas, lo cual ya nos da una buena base para determinar la extensión de cada dominio en el Cusco, y nos lleva a un tema que se ha vuelto un quebradero de cabeza últimamente: ¿cuánto del Cusco es Andino y cuánto es Amazónico?

De hecho, sobre este tema han habido una gran cantidad de respuestas, que suelen establecer que el Cusco es Amazónico en un 70-55%, y el resto Andino. Nótese que el principal factor que nos interesa ahora es el ecológico, ya que el factor fisiográfico indica que la extensión del Cusco dentro de la Cordillera de los Andes es de 89,9%; los factores sociales son mucho más complejos y difíciles de medir en los referente a definir Andino versus Amazónico.

Unos años atrás, hice una evaluación general del territorio cusqueño en base a la combinación de altitudes, biomas y patrones climáticos, a fin de establecer en forma definitiva la proporción de ambientes Andinos y Amazónicos en el Cusco, desde el punto de vista ecológico. El Cusco abarca más de 72 mil kilómetros cuadrados (una medición más precisa en base a las cartas del Instituto Geográfico Nacional indica 72.213,45 Km2); en base a la distinción hecha antes, definiríamos como dominio Amazónico las regiones naturales de selva alta y selva baja (es decir, el bioma de Bosques Tropicales Húmedos), y como dominio Andino las demás regiones y biomas terrestres. En base a esta categorización, se puede indicar que la extensión del Cusco dentro del dominio Amazónico sería de 36.572,26 Km2, equivalente a 50,64% del territorio, mientras que el 49,36% restante sería netamente dominio Andino. Redondeando, tendríamos que el Cusco sería 51% Amazónico y 49% Andino, en términos ecológicos: básicamente, existe paridad entre ambos dominios. Esta definición de extensiones ecológicas andinas y amazónicas en el Cusco sería la más precisa posible hasta ahora; a la fecha, no he podido encontrar buenas explicaciones acerca de por qué el Cusco sería 55%, 60% ó 70% Amazónico.

En las siguientes publicaciones, vamos a ir definiendo (y revisando) en más detalle cada uno de los biomas y regiones naturales del Cusco, pero antes se va a hacer una revisión más profunda de la relación entre clima y flora y fauna, especialmente en lo referente a la estacionalidad y los sistemas de clasificación que han tratado de juntar ambos factores.

Respecto a los biomas del Perú y del mundo: aunque los tres tipos de biomas terrestres antes indicados existen también en la mayor parte del Perú, no son los únicos; el desierto costero pertenece al bioma de los Desiertos y Matorrales Xéricos, y las pampas del Heath en Madre de Dios corresponden al bioma de Sabanas, pastizales y matorrales tropicales y subtropicales; los Manglares de Tumbes pertenecen a un bioma propio; todos estos biomas en el Perú son tropicales (incluyendo las zonas altoandinas), lo cual se explicará en la siguiente publicación. Además existen biomas de aguas dulces y marinas, los cuales se revisarán más adelante.

Para leer: La gran diversidad de ambientes naturales (es decir, la diversidad ecológica) en el Perú ha sido demostrada por diferentes autores desde Antonio Raimondi; una buena introducción la constituye el trabajo de Ecología del Perú de Antonio Brack Egg, publicado en el 2000, y accesible en versión página web; existen además muchas guías fotográficas que demuestran esta gran diversidad de paisajes y muestras de flora y fauna, para el caso del Cusco la más reciente lo constituye el libro editado por la Sociedad Protectora de la Naturaleza del Cusco, En lo referente a definiciones más técnicas sobre biomas en general, en cualquier libro de texto de ecología para nivel universitario se pueden revisar definiciones. El trabajo realizado por WWF para, estandarizar los biomas del mundo es un buen referente a nivel mundial; el trabajo de Carlos Reynel, Toby Pennington y Tiina Särkinen acerca de cómo se formó la diversidad ecológica del Perú, publicado en 2013, da un buen resumen de la distribución de los biomas en Sudamérica.

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